A la memoria de don Áureo Herrero

Por Miguel Jiménez Arribas

Desde muy temprana edad
don Áureo ya comenzaba,
movido por su afición
junto con una guitarra.

Con tenacidad y empeño
conocimientos ya lograba,
va ganando posiciones
y, pronto se destacaba.

Primero sería Madrid
en sus primeras andadas,
con muchas dificultades
hasta en la calle tocaba.

Por colmados y tabernas
allí donde le llamaban,
en los tablaos de flamenco
donde los grandes bailaban.

Sus éxitos son seguros
donde quiera que actuara,
con los grandes guitarristas
de su época dorada.

Entró en el conservatorio
por su codicia y su garra,
le llegó la recompensa
de lo que tanto añoraba.

Va escribiendo partituras
todas cual mejor logradas,
para instrumentos de cuerda
en especial, de guitarra.

Su nombre ya es conocido
en cualquier lugar de España,
y, allende nuestras fronteras
ya traspasaba su fama.

Su afición no tiene límite
la música es su aliada,
y para mayor deleite
se dedica a la enseñanza.

Muchos fueron sus alumnos
los que el maestro enseñara,
hoy son todos grandes músicos
con su música destacan.

El Barraco es privilegio
de estas bonitas jornadas,
cada año nos acercan
y, podemos disfrutarlas.

Don Áureo sigue presente
que en PAZ descanse su alma,
sus alumnos le recuerdan
con conciertos de guitarra.

Siempre fieles a su cita
en magníficas veladas,
emulando a su MAESTRO
con amor y, con nostalgia.